REGLAS DE PARTICIPACIÓN:

REGLAS DE PARTICIPACIÓN:

Cada alumno continuará el proyecto en el que está, del cual, se tendrán instrucciones específicas a seguir.

Cada uno debe realizar al menos una aportación en su entrada a la semana, además de comentar los trabajos de sus compañeros retroalimentado sobre los respectivos proyectos para contar como pase de lista durante este tiempo.


viernes, 15 de abril de 2022

Fanzine | Dani Mejía

 Ahora hice la ilustración de uno de los textos del fanzine uwu, también les dejo el texto


Recuerdos de Tailandia. Sofia Moreno Lopez. A01028251

Nazco en el octavo piso de un hospital, entre los rascacielos de la ciudad. Me secan la cara con sus manos enguantadas, me envuelven en telas finas, me acuestan en la cuna, y cuando abro los ojos veo a mi madre en la cama.

La tormenta destrozando Europa rompe contra la ventana, amarga la luz de la tarde. La misma que en mojara a mi madre en camino a la estación de autobuses y que retrasa el vuelo intercontinental de mis padres.

Las ráfagas se llevan a las enfermeras y mi madre les ruega a los espejismos que le dejen tomarme en brazos, ruega por consolarme, pero no lo permiten. Lloramos por horas al cuarto vacío, a la lluvia, nuestros cuerpos separados por primera vez, el mío morado por el líquido amniótico, el suyo viejo, débil y sangrando por parto.



En los tiernos destellos de las lágrimas en mis ojos, veo la Tailandia de mi madre. Su cuerpo no discrimina, aun sabiendo que fui concebido en una placa de vidrio e inyectado a su gentil matriz. Me hereda, por el cordón umbilical, los recuerdos de nuestro hogar de concreto desnudo, la sensación de tomar a mis hermanos de la mano. Respiro el aire lavanda de la luna, y se siente como arena fluyendo entre los dedos. Las aves cantan de noche, un coro de arrullo como el olor a piedras mojadas y musgo. Duermo entre brazos, bajo las estrellas del campo y la fresca medianoche se materializa sobre nuestros cuerpos, nos arropa, nos esconde. No llueve en la Tailandia de mi madre, no llueve.


Cuando parpadeo los recuerdos se enjuagan con las lágrimas y se pierden en la seda de la cuna. Una enfermera ayuda a mi madre a sentarse en una silla de ruedas y le da un paraguas que se doblara ante el huracán; la están echando, como echarías a un perro callejero. No la volveré a ver, ni siquiera en sueño. El recuerdo de Tailandia fue solamente un destello.


1 comentario:

  1. super bueno, como los del semestre anterior, siempre te presumo y presumo x cosas como estas, aplícate para, como antes, cada semana dejes a todos boquiabierta

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