Estábamos caminando por el borde de la estratosfera. Con las nubes pintadas de acuarela rosa, morada, amarilla y azul a nuestros pies, y el oscuro vacío sobre nuestras cabezas. Teníamos esa sensación de poder volar e imaginar cualquier posible mundo fantástico, pero tan solo un paso en falso era suficiente para alejarnos de la gravedad de la tierra y expulsarnos al infinito espacio. Pero sonreímos a pesar del miedo. Con carcajadas nerviosas nos deleitamos de estar en el borde del mundo, con esa celestial euforia de estar vivos y la sensación de emoción en el estómago. No sabemos cómo terminará, pero por ahora, disfrutemos de la vista de nuestra pequeña fantasía. Texto escrito por: Zoe Caballero Domínguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario